Soñar.

Siempre hemos escuchado que soñar no cuesta nada y, en lo personal, creo fervientemente en ello. Soñar es una de las partes más importantes de mi día, no importa si sueño mientras duermo o, mejor aún, si sueño despierto.

Sueños tengo muchos: sueño con hacer grandes cosas en lo profesional, sueño con viajar a algún otro país, sueño con amar y ser amado, sueño con convertirme en una mejor persona.

Lo increíble de los sueños es que muchas veces existe la posibilidad de volverlos realidad, de intentarlo y de lograrlo. A mi me gusta soñar de casi todo, porque inevitablemente los sueños son como películas: hay de drama, de terror, de romance y hasta musicales.

¿Por qué estoy escribiendo de los sueños? Tal vez será que este fin no descansé entre sueños y dejá-vus, y hoy soñé despierto y sentí algo muy padre, me sentí feliz y ví la posibilidad de cumplir un sueño. Lo malo es cuando no nos animamos a cumplir esos sueños; y desafortunadamente yo sé de eso.

Extrañar.

A veces me da por extrañar unas cuantas cosas y a unas cuantas personas, afortunadamente pasa más de lo primero que de lo segundo.

Hoy extrañé tener a quien decirle lo que me hace mucha ilusión, tener a quien contarle mis planes, mis miedos, mis sueños; extrañe que hubiera alguien a quien decir 'te quiero' y extrañé que alguien me lo contestara.

Extrañé llegar a casa y saber que hay alguien que me espera, sentí un pequeño vacío al saber que no hay por quien preocuparse, me faltó sentirme querido, y a veces me hace tanta falta la ilusión de tener una llamada o un mensaje.

Pero al pensar en todas esas cosas que extraño pienso que todas son recuperables y reencontrables, y me doy cuenta de que también existen muchas cosas que no extraño y que no me hacen falta. Al pensar en lo que se me perdió en el camino, reparo en el hecho de que hay muchas otras cosas que ya pasé y que no quiero repetir y encuentro consuelo en decirme que estoy bien, que siempre logro estar bien.

Hoy.

Hoy me quedé pensando en todas esas veces que me dijiste que era perfecto. Que era el hombre de tu vida, que amabas pasar tiempo a mi lado, que eramos uno para el otro. Pensé en todas esas veces que realmente creí ser perfecto, ser el mejor novio del mundo, el más atento y el más considerado.

Supongo que de todo eso nada era completamente real, y bueno, es bastante lógico. Hasta donde mi comprensión llega, 'perfecto' no era una palabra que definiera para nada lo nuestro, y mucho menos a mí. Creo me conozco lo suficiente como para saber que no era perfecto a tu lado.

Pero supongo que realmente no importa tanto el ser imperfecto, después de todo eso le agrega algo divertido a la vida y hace que todo sea menos monótono. Aunque claro, hay una diferencia entre ser imperfecto y estar dañado... que bueno que yo soy imperfecto.

A veces... (II)

A veces me pongo a pensar en lo egocéntrico que sueno cuando escribo acá, en el facebook o en el twitter. Pienso en lo egoísta que debo ser para hablar sólo de mi y de las cosas que me pasan. Pero eventualmente recuerdo que hay una razón por la que esas cosas suceden: yo soy el único tema del que conozco casi todo.

Conozco mi mundo y que me interesa, me sé mis gustos de pies a cabeza (premio a quién entienda el chiste je!)... y bueno, realmente no es tan difícil escribir todas esas cosas que pienso y siento. La verdad, a veces también creo que tengo demasiados sentimientos, y cuando digo demasiados realmente quiero decir que puede parecer que me excedo en escribir todo lo que pasa por mi mente; pero bueno, si Dios lo sabe, que lo sepa el mundo... dicen.

Últimamente me ha dado por twitear canciones, ya sé que es medio teto (o teto y medio, según se vea) pero realmente funciona cuando quieres expresar algo; digo, hasta a mi me parece un poco cursi eso de dedicar canciones o de escucharlas y pensar en alguna persona en específico, pero es que definitivamente hay canciones que funcionan para 'ese' momento... supongo que es ahí donde entran las coincidencias de la vida.

Por otro lado, a veces me da la impresión de que escrito soy más interesante que en persona, pero encuentro que eso debe ser debido al anonimato parcial que concede el estar detrás de una pantalla, y justamente es eso lo que hace de todo esto de escribir algo maravilloso y divertido: no tienes que preocuparte por el qué dirán, ni de si te hacen caso o no; nada de estar al pendiente de si la gente comparte tus opiniones, no hay presiones. Y también está el lado de poder darle una palabra de apoyo a alguien, aún cuando sabes que ni tú mismo sigues tus propios consejos, pero inevitablmente hay cosas que siempre funcionarán para alguien más.

Como siempre, perdí el punto de este post. Pero bueno, supongo que así soy yo...

A veces...

A veces me dan ganitas de escribir de todo lo que me pasa en el día y en la vida. No es que me pasen muchas cosas interesantes, ni tampoco es que escriba tan bien. Simplemente es mi forma de decirle al universo 'hey, acá estoy, no te olvides de mi'; por que, seamos honestos, ¿a quién le gusta que se olviden de uno?, al menos a mi no.

Leyendo por ahí me dí cuenta de que no siempre ni todo el mundo escribe cosas tan relevantes ni tan profundas ni tan politicamente correctas. Realmente la gente escribe de lo que los hace felices, ese es el motor de estas cosas. Y bueno... ¿cómo les explico que fue la revelación más grande del momento? Digo, tampoco es que haya yo descubierto el hilo negro, pero me dí cuenta de que siempre me da miedo escribir por miedo a cagarla, y no, no está nada bien.

Realmente lo mio es una gran diarrea digital: me gusta escribir de todo, cosas serías, ñoñerias, estupideces... hasta si se me cruza una mariposa lo escribo, y pues resulta que pasa así porque me resulta estímulante eso de hablarle al mundo, aún cuando éste escuche o no; realmente esa parte no es tan escencial.

En fin, realmente hoy no quería llegar a nada, sólo quería compartir con alguien por ahí en el mundo estas cosas que se me ocurren, no sé, tal vez en algún punto del universo alguien encuentre ameno leer todas estas cosas.