jueves, 17 de noviembre de 2011

Que difícil hacer algo que todo el mundo cree que es fácil.

Me da la impresión de que cada vez que uno dice ‘soy creativo’ la gente cree que uno se dedica a dos cosas: hacer nada y fumar mota. Ser creativo de agencia es uno de esos trabajos para los que todos hemos pensado ‘seguro yo podría hacerlo mejor’ o, en el peor de los casos, ‘es muy fácil y cualquiera puede hacerlo’, pero que es hasta que lo haces cuando te das cuenta de que en efecto todo el mundo puede ser creativo, pero no es tan fácil como parece.


Mi pelea con el concepto de ‘creativo publicitario’ viene desde muy atrás. Durante mucho tiempo me pareció un título que la gente ocupaba para sentirse importante y poder decir ‘mírame, tengo un mejor trabajo que el tuyo’. Después entendí que el glamour que encierra el concepto de trabajar con las ideas no podría ser más alejado de la realidad. Yo era de esos que piensan ‘que fácil es ser creativo’.


Porque a final de cuentas creo que la creatividad como concepto está sobrevalorada: ser creativo es crear; y hasta donde yo sé, todos somos capaces de crear algo, bueno o malo, útil o inservible, pero todos somos creativos.


Tal vez la parte que resulta difícil de entender, es que uno no puede andar por la vida creativando y fumando mota a la vez todo el tiempo. Ser creativo no es decir ‘voy a poner dos elefantes rosas en el sitio del cliente para que la gente se impacte’; creo que el verdadero reto de ser creativo es encaminar todas las ideas para que resulten en algo útil y funcional, pero que al mismo tiempo puedas recordarlo y cree una emoción en quien lo ve.


Para mí, ser creativo es más que tenis y mezclilla, no tiene que ver con la cantidad de tatuajes y perforaciones que tienes, ni siquiera con la música que escuchas y las películas que ves. Creo que ser creativo tiene un lado de vocación y de profesión que a veces nadie se detiene a pensar. Y creo que, definitivamente, ser creativo es menos glamouroso de lo que se cree. Pero también más divertido de lo que nos dicen.


Afortunadamente hoy puedo decir que voy por buen camino para dejar mi autopensado título de trainee de creativo atrás y pasar a ser un creativo que aprende. Pero después de todo ¿yo qué voy a saber? si hace apenas tres meses yo no tenía idea de que esto es lo que quiero hacer para toda la vida.