Un año más.

Ah, seguro que no es el mejor momento para ponerse nostálgico, porque hay mucho trabajo para mañana que es la expoCyAD, pero no puedo evitarlo...

Ha pasado ya más de un año desde que empecé con este proyecto de titulación, y muchas, muchas, muchas cosas han pasado desde entonces. Tuve un trabajo, perdí un trabajo, hubo una huelga en la universidad, se acabó y nos provocó un estres tremendo - justo ahora revisaba los mensajes de aquellos días donde todos queríamos pegarnos un tiro porque el sindicato ya había aceptado la propuesta-. Por otra parte, muchas cosas han pasado: encontré nuevas personas en mi camino, algunas más se quedaron por ahí en espera de ser olvidadas y he hecho y me han pasado cosas buenas y malas, aunque igual no podría distinguir entre ellas, pues si algo he aprendido es que nada es totalmente bueno, nada es totalmente malo.

No sé, seguramente es porque ya veo cerca el fin y simplemente no sabré que hacer ahora que se termina la universidad, pero creo que voy extrañar ver a la gente de siempre, ir a mi salón de siempre, platicar de lo siempre, tomar el camión de siempre, quejarme de lo mismo de siempre y pelear por las cosas de siempre... después de todo, uno nunca espera extrañar la rutina. Pero me queda la esperanza de que cosas nuevas vendrá, no sé si buenas o malas, si para mejorar o para empeorar, para enorgullecerse o para arrepentirse; pero al fin y al cabo es una esperanza y está ahí, lo importante será tomar la vida como venga.