jueves, 10 de marzo de 2011

De mi mente, revoluciones y talentos.




Todos los días me pregunto de dónde le llega la inspiración a la gente que me rodea, de dónde salen las ideas que plasman día a día, porqué creen en lo que piensan, cómo revolucionan su vida día a día, cómo llegaron a ser tan talentosos.

La verdad es que para mí todas son preguntas sin respuesta, pues sólo puedo imaginar y crear historias al rededor de lo que veo. Me gusta imaginar lo que piensan ellos de mí; y estoy seguro de que pocas veces es lo acertado.

A mi la inspiración no me viene del último gran trabajo del ilustrador mexicano que acaba de tener su primera muestra en una galería underground de la Roma; mis ideas no vienen de las imágenes psicodélicas que se ven reflejadas en el vídeo de aquél director que hace mancuerna con el mejor grupo alternativo del momento; mis creencias no están basadas en el manifiesto contracultural de aquél autor marxista de las postguerra; la revolución en mi vida no se da cuando descubro las imágenes yuxtapuestas a la narrativa del director danés en boga; de hecho, ni siquiera estoy completamente convencido de mi talento.

Tal vez soy demasiado ¿normal? para ser diseñador. O tal vez tengo una idea equivocada de como debería ser un diseñador.

Mi inspiración la tomo de ese anuncio de ropa, perfumes, videojuegos o accesorios que me hace preguntarme porqué no lo hice yo; lo que hay en mi cabeza nace de lo que me gusta: el pop, los colores, leer revistas, ver series; lo que creo es así por que me funciona, por qué soy de ese tipo que cree que las chick flicks son maravillosas y pueden llegar a suceder en la vida real; la revolución en mi vida sucede cada vez que me enamoro de un tipo en la calle, de un aparador, de un gadget o de un sabor; tal vez nunca logre convencerme de que tengo talento, pues al parecer mi ego, mi ¿exceso de confianza? y mi herida autoestima lo opacan.

Tal vez sólo no tengo ni idea de que hacer de mi vida, y estoy demasiado ocupando dilucidando todas esas dudad que tengo respecto a la vida de otras personas. Tal vez no sé cómo ser quién soy; o me gusta perder el tiempo jugando a no saber que quiero. O tal vez sólo necesito un poco de atención.

1 comentario:

Gonzalo J. Suárez dijo...

Lo importante es crear. El verdadero genio toma los elementos más comunes y los hace destacar (¿Verdad, Warhol-Campbells?) Tu sigue creyendo y creando.

O como dicen por allí, "El éxito se logra al crear como un dios, mandar como un rey y trabajar como un esclavo"

Saludos, y bienvenido al #RetoBlog.