sábado, 9 de abril de 2011

Aquí no hay nada de clavos.

Hay veces en la vida en las que sientes que es momento de moverte, de cruzar el camino, de crecer; de madurar. Pocas veces se tiene esa sensación en la vida, pero cuando la tienes sabes que es real por que no te abandona, por que está ahí siempre haciéndote que la recuerdes, por que siempre sabes cuando la estás ignorando.


La realidad es que el post anterior sobre clavos debió de haber sido este post, pero me tomé la libertad de escribir amenamente como otras tantas veces anteriores.


Las relaciones humanas siempre son complicadas, pues cada uno de nosotros tiene una historia y una carga emocional que puede o no ser difícil de soltar y de dejar ir. Normalmente evaluamos nuestro comportamiento emocional respecto a las respuestas que recibimos del comportamiento de los demás; y cuando digo ‘normalmente’ quiero decir ‘yo lo hago siempre’ (perdón, mi costumbre ‘humorística’ región 4).


Mis relaciones con otras personas siempre terminan siendo complicadas, y claro, me encanta echarles la culpa. Bueno, tampoco es que sean unos santos, pero en honor a la verdad yo tampoco lo soy, y a veces suelo ser lo suficientemente manchado como para merecerme los ‘unfollows’ de sus vidas.


Después de pensarlo mucho tiempo, me hago a la idea de que todo el problema es por relaciones no resueltas conmigo mismo. Y es que no hay una relación más complicada que la intrapersonal, no es nada fácil pasar 24 horas con la misma persona y saber que siente y que piensa... y no entenderlo.


Sí, en esencia sigo siendo un adolescente medio perdido en el universo, pero es aquí conde vuelo al inicio de este post: hay sensaciones que no puedes dejar de lado por más que las ignores. Sabes que están ahí esperando a que las veas y resuelvas las situaciones que las desataron.


Así que el trato es el siguiente: yo resuelvo mis issues personales, me dejo de mamadas de clavos y esas cosas y me concentro en lo que realmente es importante.


Aunque claro ¿qué es realmente importante? Pues la familia, los amigos, estar felices... y para mí, todos esos proyectos que tengo en mente: estudiar, el trabajo, destacar, fotos, ideas, escritos, sonreír.


¿Para ustedes qué es lo importante?



P.D.: De verdad no quería que este post fuera otro de esos que terminan hablando sobre mí y mis broncas mentales, pero bueno, ya se los compensaré. Sonrían.


2 comentarios:

Gonzalo J. Suárez dijo...

Hay un enfoque que me gusta mucho, y he encontrado un par de expresiones del mismo. "¿Dónde estas? Aqui. ¿Qué hora es? Ahora ¿Quién eres tú? Este momento". Te recomiendo o bien el libro "el poder del Ahora" de Ehkart Tolle o la película "Way of the peaceful warrior" (o el libro en que está basado) sobre Dan Millman.

Saludos...

StellaRitmica dijo...

Retomando lo que dijo Gonzalo, te recomiendo ver la peli y hasta retomo otra frase: "No hay momentos ordinarios". Terminando de verla vas a querer comerte el mundo. Saludos! =)
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